Introducción: la misteriosa figura que captó la atención policial en Galicia
En la primavera de 2018, la justicia española comenzó a seguir los pasos de un hombre cuya única descripción física era la de un individuo de entre 50 y 60 años, pelo blanco, gafas de pasta y complexión normal. Nadie conocía su nombre, hasta que el 11 de mayo reapareció en una reunión clandestina importante en Meis, Galicia, una zona conocida por ser un punto clave en el tráfico de cocaína en España.
El inicio de la investigación y la aparición de Paul Wouter
Las autoridades presentes en aquella reunión empresarial descubrieron que el misterioso hombre era Paul Wouter, nacido en Guyana y con nacionalidad surinamesa. Este dato le permitía circular libremente en Europa, donde se movía con frecuencia entre España, Portugal, Marruecos y Dubái, estableciendo una red empresarial para camuflar sus actividades ilegales.
De acuerdo con los datos recopilados por la Policía Nacional y las investigaciones reflejadas luego en la obra NARCO, SA de Andros Lozano y Javier Romero, Wouter desempeñaba un papel fundamental en el tráfico de drogas desde Sudamérica hacia Europa.
Red empresarial internacional y conexiones en Galicia
Wouter tejió una compleja red que incluía una residencia de lujo en Lisboa y frecuentes viajes en aviones privados entre Marbella y la capital portuguesa. En Galicia, su contacto directo era Mario Otero, encargado de la logística para la recepción de alijos de cocaína, quienes incluso construyeron una coartada empresarial basada en la comercialización legal de marisco para ocultar sus encuentros.
La pareja de Otero, Alicia Mariela Mendoza, cometió un fallo crucial: durante una conversación interceptada, anotó coordenadas vinculadas probablemente a las operaciones. Este detalle fue un punto de inflexión para las autoridades.
Detención y lujos: la captura de un narcotraficante sofisticado
En agosto de 2018, Wouter y su novia fueron arrestados en Marbella, donde disfrutaban en una clínica especializada en pérdida de peso. La Policía Nacional halló en su domicilio 50.000 euros en efectivo guardados en la caja fuerte y grandes cantidades de dinero ocultas, revelando su elevado nivel económico.
Junto a Wouter, otras 23 personas en Galicia fueron detenidas como parte de una operación que incluyó la incautación de más de 80 fardos de cocaína en una embarcación cerca de las islas Azores y Madeira.
Intentos de fraude y puesta en libertad
A pesar de la evidencia en su contra, Wouter intentó crear falsas coartadas mediante documentación fraudulenta. Presentó multas de tráfico en Portugal que resultaron inexistentes, contratos de alquiler y escrituras notariales falsas para probar que se encontraba fuera de España durante hechos investigados.
Sin embargo, después de cuatro meses encarcelado, el juzgado autorizó su libertad condicional en diciembre de 2018 bajo la obligación de firmar periódicamente en los juzgados de Marbella, desconociendo aún su verdadera identidad.
La verdadera identidad de Paul Wouter: un policía brasileño expulsado y narcotraficante internacional
En julio de 2019, un documento oficial procedente de Brasil destapó la mentira: Paul Wouter no existía. En realidad, se trataba de Sérgio Roberto de Carvalho, un exmilitar brasileño expulsado del ejército por tráfico de cocaína que había creado una elaborada red de identidades falsas.
El juzgado de Curitiba reveló que De Carvalho había movido casi 49.000 kilos de cocaína entre 2017 y 2019 y que era el líder absoluto de la organización criminal desarticulada en España. Su residencia en Marbella, valorada en dos millones de euros, era un símbolo de su poder.
Multitud de identidades y el juego con la justicia
Además de Paul Wouter, De Carvalho usó otros alias como Paulo Pinheiro, Paulo Gonçalves Silva y Paulo Sérgio da Silva, cada uno apoyado por documentación y fotografías falsificadas. Este entramado dificultó la labor policial y judicial española en la casi imposible tarea de esclarecer su actividad y ubicación real.
Falsa muerte y huida: la farsa que encendió las alarmas
En agosto de 2020, el Registro Civil de Marbella envió un certificado de defunción de Paul Wouter al juzgado de Vigo, alegando que había fallecido por COVID-19 y que su cuerpo había sido incinerado. El documento, firmado por un médico abogado, resultó ser otro engaño más en la estrategia para eludir a la justicia.
La muerte fingida permitió al verdadero Sérgio Roberto de Carvalho escapar de España, viajando posteriormente a varios países europeos hasta ser finalmente detenido en Hungría. El caso, todavía sin juicio, evidencia la complejidad del narcotráfico global y el uso de identidades falsas en operaciones internacionales.
Conclusión: un entramado que sacude las fronteras europeas
Este caso refleja no solo la sofisticación de las redes de narcotráfico internacionales sino también los retos para las autoridades españolas y europeas a la hora de identificar figuras claves en el negocio ilegal de la cocaína. La historia de Paul Wouter, más allá de ser una investigación policial, es un relato sobre cómo un falso personaje logró ocultar su verdadera identidad tras un entramado jurídico y empresarial por años.
La cooperación judicial con Brasil, Portugal y otros países sigue siendo esencial para desmantelar organizaciones de este calibre y llevar a sus líderes ante la justicia.
Imagen: www.elmundo.es