Jaén vivió este sábado una jornada histórica gracias a la Magna Procesión del Rosario de la Esperanza, organizada por la Diócesis de Jaén en el marco del Jubileo de la Esperanza 2025. Desde primeras horas, las calles de la ciudad se trasformaron en un auténtico templo al aire libre, donde el aroma a incienso y las marchas procesionales crearon un ambiente único de devoción y recogimiento.
## Una preparación llena de fervor previo al gran evento
Los actos comenzaron desde el día viernes, cuando las veintidós imágenes que conformarían la procesión fueron montadas en sus correspondientes pasos para ser expuestas en los templos de acogida. Miles de fieles se acercaron para rezar durante una vigilia que sirvió para preparar espiritualmente a toda la comunidad ante la gran procesión.
El mediodía del sábado marcó el inicio formal de las celebraciones con la concentración de personas en la avenida de la Virgen de la Cabeza, epicentro neurálgico de la jornada. Antes de que diera comienzo el desfile, los asistentes participaron en el rezo del Ángelus y visitaron la Tienda del Encuentro, donde el Santísimo Sacramento estuvo expuesto para la oración y confesión.
### Una misa de unidad y fe
En este mismo lugar y ante todas las cofradías y sus respectivas imágenes, el obispo de Jaén, Sebastián Chico Martínez, ofició una misa multitudinaria que simbolizó la comunión de toda la diócesis, un gesto cargado de significado y esperanza para los presentes.
## La procesión con 22 imágenes, una manifestación de fe sin precedentes
A las cuatro de la tarde comenzó la Magna Procesión del Rosario de la Esperanza, que reunió a veintidós imágenes dispuestas en orden cronológico según los misterios del Rosario. Acompañadas por bandas de música, las hermandades recorrieron las principales calles del centro histórico de Jaén, llevando consigo la emoción y devoción de miles de personas.
El recorrido finalizó en la emblemática Plaza de Santa María, frente a la Catedral de Jaén, donde se vivieron momentos de profunda emoción. El paso popularmente conocido como ‘El Abuelo’ conmovió a la multitud, el Cristo Resucitado procedente de Martos recibió sonoros aplausos, mientras que la Virgen del Alcázar fue acogida entre vítores fervientes. De especial relevancia fue la imagen del Cristo del Consuelo, llegada desde Cazorla, que destacó por su gran tamaño y la decoración con campanillas que acompañaron las oraciones de los fieles.
### Un desafío logístico y de seguridad totalmente superado
La organización de un evento de esta magnitud requirió un complejo dispositivo de seguridad y movilidad. Cerca de trescientos agentes de la Policía Nacional colaboraron junto con la Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil y Bomberos para garantizar la seguridad y el orden durante toda la jornada. El centro de la ciudad permaneció cerrado al tráfico, facilitando así el paso de la procesión, con líneas especiales de transporte y lanzaderas para facilitar los desplazamientos de los asistentes.
Con la entrada de la última imagen a su templo de acogida, la ciudad recuperó la calma tras una jornada inolvidable que unió a toda la diócesis y la provincia en una muestra de fe y tradición sin precedentes.
Imagen: www.abc.es
