El impacto de la Dana en Valencia y su eco en Rumanía
La devastadora tormenta acompañada de una DANA en Valencia, ocurrida el 29 de octubre de 2024, no sólo marcó a la comunidad local sino que también atravesó fronteras causando un profundo dolor en Craiova, Rumanía. Allí, la familia Socol enfrentaba el peor de los desenlaces: la pérdida de Gabi, su esposa Dana y su hija Alexandra, atrapados por las aguas en el garaje de su vivienda en La Torre, pedanía ubicada en las afueras de Valencia.
El desgarrador momento del rescate y la incertidumbre
Ante la falta de noticias, familiares y amigos visitaron el domicilio de la pareja, encontrando luces muy esperanzadoras, pero también llenas de incertidumbre. A pesar que el agua había entrado en la cochera, la vivienda se mantenía intacta, con la mesa puesta para cenar y sin señales de agua en su interior. Esta situación generaba la esperanza de que pudieran estar a salvo, aunque las respuestas oficiales tardaban en llegar.
El papel del consulado y las dificultades para las familias
Los familiares contactaron con el consulado rumano en Castellón, buscando ayuda para acelerar la identificación mediante pruebas de ADN de los cuerpos que se habían recuperado, aunque la respuesta fue limitada a la entrega de información sin posibilidad de agilizar los trámites.
Además, ni el gobierno español ni el rumano ofrecieron apoyo logístico ni económico durante el doloroso viaje para acudir al funeral, que fue costeado en gran medida por la familia, salvo apoyo posterior para la madre de Dana por ser familiar de primer grado.
La historia detrás de la familia Socol: una vida construida en España
Gabi y Dana, unidos desde su adolescencia, migraron a España hace unos 20 años junto con su hija Alexandra, buscando un futuro mejor como tantos otros rumanos. Provenientes de Craiova, Gabi era reconocido como campeón juvenil de fútbol, mientras que poco a poco con esfuerzo la familia se fue asentando en Valencia, formando una sólida red de amistades y comunidad.
El padre trabajaba en la recogida de residuos y Dana se dedicaba al hogar, mientras que Alexandra empezaba su carrera profesional en una multinacional. En octubre de 2024, apenas unas semanas antes de la tragedia, celebraron el cumpleaños de Gabi con un viaje a Tarifa, disfrutando de la vida que habían construido en España.
Una vida entre dos países y un corazón en Valencia
Aunque la familia mantenía lazos con Rumanía, habían dejado atrás su antiguo hogar para establecerse definitivamente en Valencia, una ciudad que los acogió y en la que imaginaron su futuro. Marius, hermano de Gabi, recuerda con tristeza cómo habían logrado completar la compra de su vivienda tras vender la casa familiar en Craiova.
La tragedia truncó sus planes y una comunidad que los reconocía por su fortaleza y alegría sufre ahora su ausencia irreparable.
El homenaje y el recuerdo de la familia Socol
Marius Socol regresó a España para participar en un homenaje organizado por amigos de la familia, mientras que otros familiares continuaron viajando para asistir al funeral de Estado. La despedida tuvo lugar en Valencia, lugar donde soñaban seguir su vida y dejar huella.
La historia de los Socol refleja no sólo la tragedia de la DANA sino también la experiencia de miles de inmigrantes que buscan un futuro más prometedor, enfrentándose a los desafíos de la distancia y la integración.
Perspectivas y reflexiones finales
Esta historia pone de manifiesto la necesidad de mejorar los mecanismos de ayuda para las familias afectadas por desastres naturales, especialmente cuando se encuentran lejos de su país de origen. El papel de las administraciones y consulados cobra especial relevancia para ofrecer soporte integral a quienes sufren pérdidas tan profundas.
Gabi Socol junto a su hermano Marcus la última vez que viajó a España – CEDIDA POR LA FAMILIA
Imagen: www.abc.es




