El tope de horas de vuelo pone en jaque a la flota aérea contra incendios forestales
Los profesionales que combaten los incendios forestales en España enfrentan un nuevo desafío que complica aún más su labor: la limitación legal de horas de vuelo para los pilotos que operan medios aéreos privados. Según la Asociación de Trabajos Aéreos y de Emergencias (Ataire), cerca de un centenar de aviones podrían verse forzados a permanecer en tierra al superar el límite de 80 horas de vuelo en un periodo de 28 días establecido por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).
Regulación restrictiva para pilotos civiles en emergencias
Esta normativa, contemplada en la Circular 16B de AESA, no afecta a los pilotos militares, pero sí a los operadores privados que se encargan de tareas críticas como la extinción, transporte de brigadas o coordinación aérea en incendios. Además del límite mensual, existe un tope diario de 8 horas, lo que implica que un piloto no puede trabajar más de diez días consecutivos a jornada completa.
Implicaciones para la operatividad durante la temporada alta
Dámaso Castejón, secretario general de Ataire, explica que esta regulación está diseñada bajo criterios del transporte aéreo comercial, donde las operaciones pueden planificarse con antelación, situación muy distinta a la imprevisibilidad de los incendios forestales. «Durante los momentos críticos, que pueden durar hasta cuatro meses, la carga de trabajo para estos pilotos es intensa y continua», señala. Además, el acumulado de horas no se reinicia automáticamente, sino que se descuenta según el inicio del período anterior, complicando aún más la gestión de turnos.
Propuesta de Ataire para mitigar la situación
Ante esta problemática, Ataire planteó la pasada semana a AESA una excepción temporal que permita reiniciar el contador de horas tras un descanso continuado de 8 a 10 días, manteniendo siempre los controles necesarios para garantizar la seguridad de los pilotos y operaciones. Esta medida, que sería voluntaria y limitada a un máximo de dos ocasiones al año, ayudaría a mantener la capacidad operativa sin comprometer la seguridad.
Seguridad como prioridad, pero con flexibilidad en emergencias
Castejón destaca que la decisión final recae en el piloto, quien debe valorar objetivamente su estado de fatiga. «Algunos pilotos han solicitado parar tras 30 horas debido al agotamiento. La seguridad es primordial, pero en situaciones de emergencia excepcionales necesitan esta flexibilidad normativa para evitar que media flota quede inutilizada», afirma.
Reacciones divididas en el sector aeronáutico
Desde el Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (Copac) se ha manifestado su preocupación por la medida propuesta por Ataire, calificándola de un parche que aumenta riesgos para los pilotos. En un comunicado oficial, Copac apuntó que los límites de horas están basados en criterios científicos y de seguridad operativa, y ampliar dichos márgenes incrementaría el riesgo en estas operaciones ya complejas y peligrosas.
Críticas a la gestión y prevención por parte de autoridades
Copac ha llamado además a una mejora en la planificación y prevención por parte de administraciones y operadores para evitar soluciones improvisadas. Destacan que recurrir a ampliaciones de horas de vuelo no es una solución sostenible ni segura.
AESA amplía el límite a 90 horas, pero con restricciones
La Agencia Estatal de Seguridad Aérea ha incrementado recientemente el límite de horas a 90, aunque con limitaciones: solo se aplica a aeronaves con dos pilotos, lo que afecta a unas 70 unidades, mientras que aproximadamente 180 aviones con un solo piloto quedan fuera de esta excepción. Esta medida no resuelve completamente el problema planteado por Ataire.
Ataire eleva la reclamación al Ministerio
Ante la negativa parcial de AESA, Ataire ha trasladado su inquietud al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, solicitando una solución urgente para evitar que este fin de semana cerca de 100 aeronaves deban suspender sus operaciones por superar las horas máximas permitidas. Hasta el momento, no se ha recibido respuesta oficial.
Contexto y antecedentes de esta problemática
Este problema ya se presentó en 2022, cuando la situación de incendios fue especialmente grave y AESA autorizó una ampliación de las horas hasta 120. En ese momento, el Copac también mostró su oposición, argumentando que trasladar la responsabilidad del riesgo adicional a los pilotos no era adecuado. Este año, con un área afectada que supera las 400.000 hectáreas quemadas, las autoridades han tomado un enfoque más restrictivo, manteniendo limitada la ampliación horaria.
La necesidad de medidas excepcionales para situaciones críticas
Castejón insiste en que Ataire solo solicita que se establezca una medida excepcional, que pueda activarse en momentos de crisis con incendios de gran extensión, y que no se recurra a ampliaciones a última hora que dejan sin margen de maniobra a los pilotos y operadores. Destaca que las previsiones apuntan a que episodios como el actual podrían repetirse en el futuro, y que es imprescindible adaptar la normativa para evitar que estos problemas vuelvan a surgir.
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Imagen: www.abc.es




