El verano más caro y las nuevas tendencias en vacaciones
Por tercer año consecutivo, los españoles enfrentan el verano más caro de la historia, una situación que condiciona fuertemente las decisiones de viaje tras la recuperación turística pospandemia de Covid-19. El aumento incesante de los precios, especialmente en julio y agosto, ha transformado la forma en la que el turista nacional concibe el descanso estival en España. Cada vez más, las familias y viajeros optan por estancias más cortas, alojamientos más económicos y por disfrutar sus vacaciones en meses alternativos como junio o septiembre.
Reducción de días y desestacionalización del turismo
Santiago Vallejo, vicepresidente de la Mesa del Turismo de España, destaca una clara tendencia: «Las vacaciones largas tradicionales están desapareciendo. El turista que antes disfrutaba de 15 días, ahora reserva 10; y el que se iba 10, ahora prefiere 5”. Esta reducción permite espaciar el descanso durante el año, lo que contribuye a desestacionalizar el turismo y aliviar la presión sobre los meses más saturados.
Impacto en destinos de sol y playa
Este cambio de hábitos genera preocupación en destinos tradicionales del litoral español. En zonas como la Costa del Sol, que dependen aún en gran parte del turismo nacional, hoteleros advierten sobre la disminución media del gasto por cliente. José Luque, presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), indica que, aunque las ocupaciones mejoran respecto a años anteriores, la caída en demanda nacional obliga a estar vigilantes afrontar la situación y adaptarse.
El factor económico detrás de las decisiones turísticas
El aumento de precios en alojamiento y servicios turísticos ha superado con creces la evolución salarial y el índice de precios al consumo (IPC). Según datos de Adecco, entre 2019 y 2024 los salarios medios crecieron un 17,4%, mientras el IPC subió un 21,6%. Sin embargo, los paquetes turísticos nacionales aumentaron un 52% en el mismo período, triplicando la subida de los sueldos y poniendo en aprietos la capacidad adquisitiva de las familias españolas.
La popularidad creciente del camping
Ante estos ajustes presupuestarios, el camping se posiciona como una opción cada vez más demandada. Este tipo de alojamiento registró un aumento del 6% en pernoctaciones en julio de 2024 y un récord del 8% en junio de 2025, superando a otras modalidades de hospedaje. Tanto el turista nacional como el extranjero buscan aquí una alternativa económica frente a las tarifas históricamente altas de hoteles y apartamentos.
Precios récord en hoteles y apartamentos turísticos
Los hoteles españoles presentan incrementos significativos. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en junio de 2025 un hotel de tres estrellas tuvo un precio medio de 104,5 euros por noche, superior al coste de un hotel cuatro estrellas antes de la pandemia. Los alojamientos de cuatro y cinco estrellas crecieron un 30% y casi un 50% respectivamente, con tarifas medias que superan los 133 y 307 euros por noche en junio. La tarifa diaria promedio ha subido un 39% en seis años.
Por su parte, los apartamentos turísticos también experimentan subidas relevantes. Un estudio del Grupo Tecnitasa señala que el precio medio por semana en apartamentos de playa ronda los 1.270 euros este verano, un 40% más que en 2020 y 110 euros más que el año pasado. En ninguna localidad costera española el alquiler semanal baja de los 500 euros, lo que limita el acceso a este alojamiento para muchas familias españolas.
Perspectivas de la hostelería y la demanda nacional
El sector hostelero, a pesar de beneficiarse del récord de turistas extranjeros, muestra prudencia. El último Indicador de Confianza Hostelera apunta que solo un 27,1% de empresas espera mejorar su actividad este verano, mientras un 44,2% prevé un empeoramiento, atribuyéndolo a los costes laborales, la presión fiscal y los precios de materias primas, junto a una caída en la demanda nacional.
Reserva tardía y adaptaciones del turista
Las reservas de última hora, especialmente en agosto, indican que muchos españoles han esperado para decidir cuándo y dónde irse de vacaciones. Beatriz Oficialdegui, directora de marketing de Destinia, relaciona este comportamiento con una Semana Santa tardía y los elevados precios, mencionando que este verano algunas reservas que antes se hacían meses antes se concentran ahora en las últimas semanas antes del viaje.
Conclusión: un verano con ajustes y nuevas oportunidades
En definitiva, el verano 2025 en España está marcando un punto de inflexión en las costumbres vacacionales. La combinación de precios altísimos y salarios insuficientes ha impulsado modalidades más económicas como el camping, ha reducido la duración de las estancias y ha deslocalizado las vacaciones a períodos menos tradicionales. Así, a pesar de las dificultades económicas, el turista español ajusta su presupuesto y sigue encontrando formas de disfrutar su descanso, aunque con nuevos patrones y retos para el sector turístico nacional e internacional.
Para más detalles sobre cambios en turismo y alojamientos, puede consultar los informes oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) y el portal de reservas Destinia. Además, para conocer las alternativas de vacaciones más asequibles en la provincia, visita nuestras secciones locales de alojamientos.
Imagen: www.abc.es


 
                 
                                                         
                                                         
                                                         
                                                        

 
														 
														 
														 
														 
														 
														