El Vaticano impulsa una mayor transparencia en casos de abusos y reparaciones a las víctimas
La Comisión Pontificia para la Protección de Menores ha hecho públicas nuevas recomendaciones para que la Iglesia católica mejore su respuesta ante los casos de abuso. El informe 2024 señala que la compensación económica por sí sola no es suficiente y propone medidas como la transparencia en las destituciones y sanciones, así como un apoyo integral a las víctimas.
Un vademécum operacional para reparar a las víctimas
En línea con el compromiso de la Santa Sede por erradicar los abusos y apoyar a las víctimas, el Vaticano presentó este jueves un «vademécum operacional sobre reparaciones». Este documento está dirigido a conferencias episcopales e instituciones católicas y enfatiza el objetivo de «reparar integralmente» a las víctimas, más allá de la mera compensación económica.
Según el informe, es vital que las víctimas reciban atención médica y psicológica adecuada, así como asistencia económica para cubrir los gastos derivados del abuso. La Iglesia debe hacerse responsable de estos costes como parte del proceso de sanación, ya que los acuerdos financieros que no cubren específicamente estas necesidades no son considerados efectivos.
Transparencia en las sanciones: un paso necesario
Uno de los puntos más destacados es la propuesta de que las destituciones y sanciones disciplinarias relacionadas con abusos sean públicas y comunicadas de forma clara a la sociedad. Actualmente, la nunciatura comunica en muy pocas ocasiones los motivos de destitución de clérigos, mayormente para proteger la intimidad de las víctimas o la presunción de inocencia en casos cautelares.
La Comisión subraya que las víctimas no deben quedar en la incertidumbre respecto a la responsabilidad de los abusadores y de quienes hayan facilitado o encubierto los abusos. Por ello, recomienda publicar declaraciones oficiales explicando las razones de las destituciones cuando estén vinculadas a abusos o negligencias relacionadas.
Medidas adicionales para asistir a las víctimas
Además de las reparaciones económicas y la transparencia, el informe sugiere otras acciones concretas, como:
- Establecer centros de escucha donde las víctimas puedan ser atendidas y creídas por las autoridades eclesiásticas.
- Garantizar servicios profesionales de apoyo psicológico.
- Realizar reconocimientos y disculpas públicas con un verdadero compromiso institucional.
- Proporcionar una comunicación transparente y periódica sobre el estado de las denuncias a las víctimas.
- Involucrar a las víctimas en el desarrollo de políticas de protección dentro de la Iglesia.
Separación de procesos y responsabilidad por parte de abusadores
El informe también subraya que el proceso de reparación a las víctimas debe quedar separado de la reparación o respuesta por parte de los abusadores. A menudo, estos últimos minimizan o justifican sus actos, lo que solo perjudica a las víctimas. Por ello, se propone que los abusadores y facilitadores estén sujetos a responsabilidades penales y civiles estatales, además de procedimientos disciplinarios dentro de la Iglesia que respeten la presunción de inocencia pero sean ágiles y efectivos.
El peligro de forzar el perdón
Denunciando prácticas pasadas, la Comisión advierte que forzar encuentros entre abusadores y víctimas para obtener perdón ha sido una herramienta de impunidad, ya que los primeros logran evadir consecuencias reales. Las víctimas no deben sentirse responsables de la sanación espiritual de sus abusadores.
Un informe elaborado con la participación de víctimas de todo el mundo
El informe 2024 fue realizado con la colaboración de un grupo de enfoque formado por 40 víctimas y supervivientes de abusos pertenecientes a diversos continentes. Este trabajo conjunto refleja que la protección y reparación no deben ser acciones «para» las víctimas, sino «con» ellas, dándoles voz y validación.
El obispo francés Thibault Verny, presidente de la Comisión, afirma que caminar junto a las víctimas es fundamental para construir una cultura real de protección. De igual modo, Maud de Boer-Buquicchio, coordinadora del informe y ex relatora especial de la ONU, agradece a los medios de comunicación su papel vital en visibilizar estos casos y pide que continúen denunciando y exigiendo responsabilidades.
Contexto y relevancia
Esta iniciativa se suma a otros esfuerzos recientes, como el pago de indemnizaciones millonarias por casos que no llegaron a la vía judicial (más información en ABC – La Iglesia paga 1,1 millones a víctimas de abusos), y busca establecer un marco de actuación uniforme para las iglesias en todo el mundo.
Para más información sobre iniciativas de protección, consulte nuestras secciones internas sobre Protección de menores y Conferencias episcopales.
Imagen: www.abc.es