Universidad de Granada rechaza la sobreprotección paterna hacia estudiantes adultos
Un cartel visible en la Universidad de Granada advierte: «El vicedecanato de prácticas no atiende a padres. Todo el alumnado de prácticas es mayor de edad». Esta medida busca frenar la intervención excesiva de padres y madres en la vida académica y laboral de estudiantes en cursos superiores, generalmente de tercero o cuarto, que han superado ya los 22 o 23 años.
Un fenómeno en aumento: los ‘padres helicóptero’ en la educación superior
Daniel Arias Aranda, profesor del grado de Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Granada, destaca que la figura de los llamados ‘padres helicóptero’ es cada vez más común. Según señala, este fenómeno no solo es visible en Granada, sino que se discute en círculos académicos de toda España. «Si hemos llegado al punto de colocar un cartel es porque la universidad considera que hay un problema serio de intrusión de los familiares en el proceso educativo de adultos», afirma Arias Aranda.
Una crítica hacia el sistema educativo y el rol de los padres
El docente atribuye esta situación no solo a la actitud de los padres sino también a un contexto en el que el sistema educativo ha ido perdiendo autoridad. Esto ha generado un caldo de cultivo propicio para que el intrusismo familiar se incremente en las universidades.
En muchas instituciones, no es raro ver a padres acompañando a estudiantes que deberían enfrentar solos los retos académicos, como por ejemplo asistir a revisiones de exámenes universitarios. «Antes esto era impensable», añade Arias Aranda, destacando el cambio cultural en el rol parental.
Perspectiva desde el ámbito familiar
Pilar, madre de una estudiante llamada Eva, destaca que ella es una excepción entre madres y padres que muestran excesiva protección. En una reciente jornada de puertas abiertas en una universidad privada madrileña, Eva fue la única alumna que asistió sola, mientras que el resto llegaron acompañados por sus padres. Pilar refleja esa necesidad de que los jóvenes comiencen a tomar sus propias decisiones, a pesar de que los estudios superiores impongan un coste económico importante.

La sobreprotección parental en la educación secundaria: un problema también generalizado
Este patrón no se limita solo a la universidad. En la educación secundaria, especialmente en Bachillerato, la presencia paternal y maternal es habitual y algunas veces excesiva. Elvira Roca, profesora de Lengua y Literatura en un instituto andaluz, relata cómo muchas dudas triviales sobre el calendario de exámenes o recuperaciones son trasladadas por los padres, quienes reaccionan con enojo cuando sus hijos suspenden.
Añade que el protagonismo excesivo de las familias en cuestiones académicas puede convertir la autoridad del docente en un punto de conflicto, ante la resistencia de padres que quieren intervenir también en la evaluación de sus hijos.
La sobreprotección: una forma de maltrato según expertos
El filósofo y pedagogo Gregorio Luri ha calificado la sobreprotección parental como una forma de maltrato. Explica que esta actitud responde a una necesidad de los progenitores de sentirse presentes y controladores dentro de una industria del malestar que fomenta la patologización del comportamiento de los hijos. Esta demanda de protección se ve incrementada por el auge de las redes sociales, que amplifican el estrés y la ansiedad tanto en padres como en niños y adolescentes.
Desprotección en el mundo virtual y sobreprotección en el real
El psicólogo social Jonathan Haidt ha sostenido que, paradójicamente, los menores están sobreprotegidos en el mundo real pero desprotegidos en el entorno digital. Su investigación señala que la mayor incidencia de problemas psicológicos en jóvenes nacidos a partir de 1996 está ligada a la influencia de internet y las redes sociales desde su preadolescencia.
En línea con esta crítica, la escritora Abigail Shrier defiende que la solución a la crisis de salud mental infantil no pasa por incrementar el número de profesionales, sino por reducir la sobreprotección, sobrediagnóstico y sobremedicación a la que se someten a los niños. Para ella, la prohibición de la entrada de padres en despachos universitarios es una señal clara de que es necesario dar autonomía a los jóvenes para que puedan madurar por sí mismos.
Fomentar la autonomía y responsabilidad en los jóvenes
Este conjunto de opiniones y experiencias refleja la necesidad urgente de que las familias permitan a sus hijos desarrollar la independencia y responsabilidad necesarias para afrontar su futuro académico y profesional. La Universidad de Granada ha dado un paso visible en esta dirección, enviando un mensaje claro a padres y madres para que respeten el espacio y la autonomía de sus hijos adultos.
Conclusión
La sobreprotección paterna en estudiantes universitarios mayores de edad constituye un fenómeno que afecta no solo a Granada sino a otros espacios educativos en España. La invitación a los padres a no intervenir en la vida académica de sus hijos es una forma de estimular la madurez y el desarrollo personal de los jóvenes adultos, que deben aprender a enfrentar por sí mismos los retos de su formación profesional y laboral.
Para profundizar sobre educación y familia, puede consultar más artículos en nuestra sección Educación o en páginas especializadas como el portal del Sistema Universitario Español.
Imagen: www.abc.es