Senadora australiana provoca revuelo en el Senado con el uso del burka
Pauline Hanson, senadora del partido de derecha radical australiano Una Nación, ha causado un gran revuelo en la Cámara alta de Australia al subir al estrado vistiendo un burka, el velo integral empleado mayormente por mujeres musulmanas afganas. Esta acción se produjo justo después de que se le negara la posibilidad de presentar una propuesta para prohibir el uso de esta prenda en los espacios públicos del país.
Reacción y consecuencias en la Cámara Alta
La negativa de la senadora Hanson a retirarse el burka en medio de protestas de algunos senadores musulmanes terminó provocando la cancelación de la sesión parlamentaria. Esta puesta en escena ha sido interpretada tanto como una declaración política como un acto de provocación dentro del contexto australiano, donde cuestiones sobre inmigración y seguridad generan debates intensos.
Una Nación y su postura contra el uso del burka
El partido de Pauline Hanson, conocido por sus posturas radicales contra la inmigración «descontrolada», especialmente hacia grupos musulmanes asiáticos, considera que el uso del burka atenta contra los valores cívicos y tradicionales australianos. En particular, han manifestado preocupación porque estas prendas velan la identidad de quienes las usan, algo que se ve como un problema respecto a la obligación de mostrar la cara en los lugares públicos.
Argumentos de Hanson y las críticas recibidas
Pauline Hanson afirmó públicamente que ella continuará portando el burka, que describió como una prenda «radical, opresiva y no religiosa», mientras el Parlamento no legisle su prohibición. Además, vinculó el uso de esta vestimenta con riesgos para la seguridad nacional y denunció que simboliza el maltrato hacia las mujeres.
Por otra parte, varios políticos musulmanes australianos han tachado su acto de «racista», mientras que los líderes de los principales partidos—tanto el centroizquierda en el poder como la oposición conservadora moderada—han condenado la acción por inapropiada, evitando entrar en mayores confrontaciones.
Contexto internacional: semejanzas con debates en España y Europa
Esta polémica australiana tiene ecos en Europa, y en particular en España, donde recientemente el líder del Partido Popular en Barcelona, Daniel Sirera, presentó una propuesta para prohibir el uso del velo musulmán integral en la vía pública, aunque sin la teatralidad que caracterizó el gesto de Hanson.
Sirera sostuvo que los inmigrantes deben adaptarse a las normas locales, afirmando que tanto hombres como mujeres tienen los mismos derechos y que prohibir esta prenda busca garantizar la seguridad y la dignidad humana. Esta propuesta sigue líneas similares a las defendidas por Hanson sobre la obligatoriedad de mostrar la identidad facial y la protección de los valores sociales.
En Europa, países como Francia, Bélgica, Dinamarca, entre otros, ya han prohibido el uso del velo integral por razones relacionadas con la seguridad ciudadana y la dignidad de la mujer, lo que refleja un debate global sobre los límites entre libertad religiosa y derechos civiles.
Orígenes y evolución del uso del velo femenino
La obligación del uso del velo entre mujeres musulmanas tiene una raíz histórica antigua, ligada a interpretaciones religiosas. Según algunos relatos, el profeta Mahoma dictó el uso del velo para sus esposas y, por extensión, para las mujeres creyentes, con el objetivo de mantener la modestia y evitar molestias.
Sin embargo, existen distintos puntos de vista entre estudiosos islámicos sobre si esta norma debe aplicarse de forma estricta a todas las mujeres musulmanas. En las primeras épocas del Islam, muchas mujeres no usaban velo, y su sacralización se ha ido construyendo a lo largo del tiempo, especialmente con el auge del islamismo político y sin alternativas de poder dentro del mundo musulmán.
Hace unas décadas, en grandes ciudades musulmanas como El Cairo o Teherán, la mayoría de las mujeres no usaba velo o lo consideraban un tocado campesino. En la actualidad, la tendencia se ha invertido, convirtiéndose el velo en un símbolo religioso obligatorio en muchas zonas.
Implicaciones sociales y culturales
El debate sobre el uso del burka y el niqab está vinculado a cuestiones más amplias como la integración cultural, el equilibrio entre libertad religiosa y derechos fundamentales, y la seguridad pública. El caso en Australia ejemplifica la tensión existente en sociedades cada vez más multiculturales, donde las diferencias de costumbres pueden derivar en conflictos políticos y sociales.
Referencias relevantes
- Propuesta en España para prohibir el uso del velo integral en espacios públicos
- Seis países europeos ya prohíben el velo integral por seguridad y dignidad
- Agencia Reuters – fuente de declaraciones de Pauline Hanson
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Imagen: www.abc.es




