Introducción: un cambio en la identidad de los colegios mayores
Los colegios mayores, espacios que durante décadas han mantenido características propias y diferenciadas, especialmente en cuanto a su configuración por sexo, están sufriendo una transformación significativa tras la aprobación de la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU). La enmienda impulsada por Íñigo Errejón busca eliminar los colegios mayores adscritos a universidades públicas que separen a sus residentes por género, generando controversia en un sector con gran historia y diversidad de modelos.
¿Qué son los colegios mayores y cómo se clasificaban?
Históricamente, los colegios mayores han sido instituciones residenciales vinculadas a la universidad, cada uno con un estilo particular. Algunos funcionaban como pequeñas repúblicas, como el Chaminade, donde la vida colegial se regía por asambleas. Otros, como el San Juan Bautista, también conocido como ‘Johnny’, fueron focos culturales importantes, especialmente para el jazz, antes de caer en abandono. Colegios como el Pío XII o el Moncloa orientaban sus actividades hacia conferencias y debates, mientras que lugares como Roncalli o Mara se centraban en potenciar el talento femenino.
Además, estos centros se caracterizaban por su perfil: algunos eran más bohemios, otros deportivos, religiosos o académicos, pero sin duda se reconocían aparte por ser masculinos, femeninos o mixtos.
La polémica detonante: cánticos machistas en el colegio mayor Elías Ahuja
El contexto político que impulsó la mencionada enmienda fue una polémica generada por unos cánticos machistas en el colegio mayor masculino Elías Ahuja, vinculado a la orden de los agustinos. Desde las ventanas, algunos residentes gritaron a las estudiantes del colegio femenino Santa Mónica frases ofensivas, lo que derivó en la expulsión de varios estudiantes y una investigación por un posible delito de odio, que finalmente la Fiscalía archivó.
Este episodio, que tuvo amplia repercusión mediática, coincidió con la tramitación de la LOSU y permitió a Más País presentar una enmienda para prohibir la renovación de convenios a colegios mayores adscritos a universidades públicas que mantuvieran la segregación por sexo. Según la ley, los convenios vigentes podían continuar hasta su vencimiento, pero no renovarse.
La enmienda de Errejón: un giro hacia la igualdad o controvertida imposición
Íñigo Errejón defendió la medida como un paso para erradicar el machismo en entornos universitarios, declarando en Twitter que se acababan los colegios mayores que separaban por género financiados con dinero público. Sin embargo, se puntualizó que la mayoría de estos colegios son entidades sin ánimo de lucro que no reciben financiación pública directa, sino que en las comunidades con mayor presencia, como Madrid, suelen estar adscritos a universidades públicas y pagan por el uso del suelo universitario a modo de cuota de alquiler.
Impacto y reducción de colegios mayores diferenciados
Antes de la LOSU, España contaba con 44 colegios mayores diferenciados por sexo, cifra que hoy se ha reducido a 26. En el curso 2025-2026 caducan los convenios de adscripción de estos centros, si no se adaptan a los criterios establecidos, tendrán que optar entre desvincularse de la universidad pública, perder prestigio y beneficios fiscales, o convertirse en mixtos.
Estos colegios, concentrados mayormente en Madrid, también se encuentran en ciudades como Valencia, Sevilla, Valladolid y Salamanca, enfrentando incertidumbre sobre su futuro.
¿Qué consecuencias trae la desvinculación de universidades públicas?
El abandono de la adscripción pública implica varias desventajas para los colegios mayores: pérdida de prestigio asociado a la vinculación con la universidad, eliminación de exenciones fiscales y cambios en la estructura directiva, ya que no tendrían nombramientos de directores por parte del rector.
El Consejo de Colegios Mayores Universitarios asegura que la idea de que estos centros reciben financiación pública es un error extendido y recalca que muchos colegios mayores han tenido que explorar alternativas, incluyendo adscribirse a universidades privadas o cerrar sus puertas a ciertos perfiles.
Testimonios desde los colegios mayores afectados
Pedro Sainz de Baranda, director del Pío XII, declara que aunque desea que su colegio mantenga su identidad masculina, la decisión final dependerá de la fundación a la que pertenecen. Ricardo Calleja, director del Moncloa, vinculado al Opus Dei, lamenta la falta de claridad sobre qué implica ser mixto y advierte contra la visión errónea que asocia a los colegios diferenciados con modelos rígidos y obsoletos.
Asimismo, desde el Jaime del Amo, otro colegio histórico, se apuesta por que cualquier cambio surja del consenso y no de imposiciones externas.
El caso del colegio Elías Ahuja y la transición a la mixticidad
El director Francisco Martín afirma que la próxima será la última temporada como colegio masculino antes de adaptarse al modelo mixto, con reformas en marcha. Sin embargo, considera que la limitación puede fomentar una mayor endogamia en los colegios mixtos y lamenta que la enmienda no haya contemplado este aspecto.
Perspectivas y debates en torno a la normativa
La comunidad universitaria está a la espera del desarrollo autonómico de la ley. Mientras tanto, universidades como la Complutense y la Consejería de Educación en Madrid mantienen una posición prudente, escuchando a los diferentes actores involucrados. El Ministerio de Universidades no ha aclarado si la convivencia en espacios mixtos con alojamientos diferenciados cumple con los requisitos para no perder adscripción pública.
Controversias sobre la seguridad y las denuncias por abusos
Algunos colegios mayores recuerdan que las denuncias de abusos sexuales han ocurrido en residencias mixtas, no sólo en diferenciadas. El caso de tres estudiantes que denunciaron acoso en San Isidoro de León ejemplifica esta situación, cuestionando la motivación real detrás de la medida legislativa.
Desafíos contemporáneos: precios, modelo y futuro del colegio mayor
Por otro lado, mientras suben los precios del alquiler y crece la demanda de plazas en colegios mayores (un 15% este curso), el sector reivindica la importancia del modelo tradicional frente a las residencias controladas por fondos de inversión, que tienden a perder esa personalidad académica y cultural.
Los defensores de la figura del colegio mayor desean preservar esa diversidad de opciones –bóhemios, deportivos, religiosos, masculinos y femeninos– aunque reconocen que el mapa de colegios mayores podría modificarse a corto plazo radicalmente.
Imagen: www.abc.es




