Informe de la OMS y la OMM advierte sobre estrés térmico laboral
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) han publicado un informe conjunto desde Ginebra que analiza el impacto creciente del estrés térmico en el ámbito laboral, afectando tanto a trabajadores que desempeñan sus tareas en exteriores como en interiores, en un contexto marcado por el cambio climático y el aumento sostenido de las temperaturas.
El aumento de temperaturas y sus consecuencias en el trabajo
El documento, titulado «Cambio climático y estrés térmico en el lugar de trabajo», expone cómo el incremento del calor extremo, cuya frecuencia e intensidad está aumentando como consecuencia del calentamiento global, afecta directamente a la salud y productividad laboral. Los sectores que más sufren esta situación son la agricultura, la construcción y la pesca, actividades que suelen desarrollarse en ambientes abiertos y con exposición continua a las condiciones climatológicas adversas.
Impacto en la salud y reducción de la productividad
Uno de los datos más destacados del informe es que la productividad laboral disminuye entre un 2 % y un 3 % por cada grado centígrado que sobrepasa los 20 °C. En cuanto a la salud, los trabajadores se enfrentan a riesgos que incluyen la insolación, la deshidratación, problemas renales y trastornos neurológicos derivados del estrés térmico. Actualmente, se calcula que aproximadamente la mitad de la población mundial ya sufre los efectos nocivos del calor, lo que conlleva una importante repercusión social y económica.
Lesiones y accidentes relacionados con el calor
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las olas de calor aumentan en un 17 % el riesgo de sufrir accidentes laborales. Además, se estima que cada año en el mundo se producen 22,85 millones de lesiones en el trabajo relacionadas con temperaturas excesivas, y hasta 26,2 millones de casos de insuficiencia renal crónica están vinculados al estrés térmico producido en el entorno laboral.
La situación actual y recomendaciones de organismos internacionales
El Dr. Jeremy Farrar, subdirector general de la OMS, subraya que el estrés térmico ya está afectando la salud y medios de vida de miles de millones de trabajadores, especialmente en comunidades vulnerables. Asimismo, Ko Barrett, secretaria general adjunta de la OMM, advierte que proteger a los trabajadores del calor extremo no es solo una cuestión de salud pública sino también una necesidad económica.
Conforme a estas preocupaciones, la OMS y la OMM recomiendan el diseño e implementación de planes de acción sectoriales y regionales, desarrollados mediante la colaboración entre empleadores, sindicatos y expertos en salud, con especial protección para trabajadores mayores, personas con enfermedades crónicas y quienes presentan menor resistencia física.
El año 2024, el más caluroso registrado
La OMM confirma que 2024 ha sido el año más caluroso de la historia, con temperaturas que superaron los 40 °C e incluso alcanzaron los 50 °C en algunas regiones, lo que hace más urgente la adopción de medidas que resguarden la salud laboral.
Contexto en España: desafíos y carencias
A nivel nacional, expertos señalan que España carece de sistemas adecuados para monitorizar el impacto del calor en la salud laboral, lo que dificulta la evaluación de las medidas preventivas vigentes. El sistema MoMo utilizado actualmente solo estima la mortalidad general de la población, pero no refleja con precisión el impacto sobre los trabajadores.
Fernando G. Benavides, catedrático de Salud Pública en la Universidad Pompeu Fabra, remarca la necesidad urgente de medidas preventivas específicas que protejan a quienes trabajan bajo condiciones de estrés térmico extremo.
Los trabajadores al aire libre, los más afectados
Benavides señala que el colectivo más vulnerable incluye actividades al aire libre como agricultura, construcción, mantenimiento de jardines y limpieza viaria. Subraya que, aunque el informe de la OMS no plantea en detalle medidas de adaptación, destaca la urgencia de adoptar planes específicos para cada sector y región.
Asimismo, algunos expertos critican que el informe pone demasiado énfasis en la responsabilidad individual y en soluciones tecnológicas, relegando a un segundo plano las medidas organizativas y normativas que deberían ser obligatorias y supervisadas mediante inspecciones laborales.
Vulnerabilidad de trabajadores inmigrantes y desigualdades
Desde la Universidad Autónoma de Barcelona, el doctor Sergio Salas destaca que los trabajadores inmigrantes no aclimatados son generalmente más expuestos al calor extremo y que el informe no aborda de forma suficiente otros factores de desigualdad como la clase social y ocupacional, lo que limita su alcance práctico.
Una hoja de ruta internacional para proteger a los trabajadores
Este nuevo informe representa un paso importante en la implicación activa de la OMS y otras entidades como la OIT y la OMM para establecer una hoja de ruta internacional que proteja la integridad y la salud de los trabajadores en un mundo cada vez más afectado por el calentamiento global.
España, uno de los países europeos con mayor incidencia del cambio climático, enfrenta retos cruciales para implementar estas recomendaciones, evitar accidentes fatales e invertir en sistemas de prevención efectivos.
El papel crucial de la regulación y la inspección
Especialistas recuerdan que la carencia más importante no es solo técnica, sino también deriva de las limitaciones en la capacidad de las autoridades públicas para hacer cumplir las normas existentes sobre protección frente al calor laboral, así como los obstáculos para aplicar medidas preventivas realmente eficaces.
Conclusión
El estrés térmico laboral es un problema creciente a nivel mundial y particularmente relevante para localidades con altas temperaturas como Dos Hermanas, Sevilla. La colaboración internacional y la adaptación local de planes de protección son esenciales para salvaguardar la salud y el bienestar de los trabajadores.
Para más información sobre los efectos del cambio climático en la salud laboral, consulta los recursos de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Meteorológica Mundial.
Imagen: www.abc.es