Introducción: Cambios en los colegios mayores públicos
Íñigo Errejón, exlíder y diputado de Más País, protagonizó una de las modificaciones más controvertidas del sistema universitario español al presentar una enmienda que ha llevado a la gradual desaparición de los colegios mayores diferenciados por sexo adscritos a universidades públicas. Esta normativa, incluida en la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), ha puesto en jaque a estos centros tradicionales que, hasta ahora, habían mantenido su identidad diferenciada.
El contexto y el origen de la enmienda
La polémica se intensificó tras un incidente de cánticos machistas en el colegio mayor masculino Elías Ahuja. Desde las ventanas, algunos estudiantes dirigieron insultos a las residentes del colegio femenino Santa Mónica, lo que derivó en la expulsión de varios estudiantes y una investigación judicial por posible delito de odio, que finalmente fue archivada. En paralelo, Más País aprovechó este momento para impulsar una enmienda destinada a eliminar la segregación por sexo en los colegios mayores subvencionados por las universidades públicas.
El propio Errejón anunció en Twitter: «Lo conseguimos: no habrá colegios mayores adscritos a la Universidad Pública que separen por género. Se acabaron los Elías Ahuja con el dinero de todos» (tweet original). Sin embargo, esta afirmación generó confusión, ya que los colegios mayores no están financiados con fondos públicos directos y, en Madrid, la mayoría de estos colegios pagan una cuota por el uso de los terrenos universitarios.
Impacto y reacción del sector de colegios mayores
La aplicación de esta enmienda ha generado preocupación entre las entidades que gestionan los colegios mayores, que consideran que esta medida supone «una extinción» de los colegios diferenciados. Actualmente, existen 26 colegios mayores en España con adscripción pública que mantienen una diferenciación por sexos, frente a los 44 que había cuando se aprobó la ley. En el curso 2025-2026, caducan los convenios de adscripción para estos centros, que deberán decidir si convertirse en mixtos o desvincularse de la universidad pública para mantener su modelo.
Dejar de ser parte de la universidad pública conlleva, en muchos casos, una pérdida de prestigio y el riesgo de perder beneficios fiscales y nombramiento de directores por los rectores universitarios. Por ejemplo, varios colegios como el Pío XII y el Moncloa en Madrid, el Mara en Complutense, y otros en ciudades como Valencia, Sevilla, Valladolid y Salamanca, aún están en incertidumbre sobre su futuro.
Modelos y diversidad de colegios mayores
Los colegios mayores españoles tienen una amplia diversidad de identidades y enfoques, desde comunidades asamblearias como el Chaminade, refugios culturales como el antiguo San Juan Bautista (Johnny), hasta centros orientados al debate, el deporte o la formación religiosa. Históricamente, existían colegios masculinos, femeninos y mixtos que aportaban una rica diversidad de experiencias universitarias.
Directores como Pedro Sainz de Baranda, del Pío XII, han expresado su deseo de mantener la identidad masculina del colegio, pero reconocen que la decisión dependerá de la fundación que los gestione. Por su parte, el director del colegio Moncloa, vinculado al Opus Dei, reconoce que la ley no está clara respecto a qué se considera «mixto» y cuestiona la percepción que se tiene de los colegios diferenciados.
Dudas sobre la aplicación práctica y la definición de “colegio mixto”
Instituciones implicadas como la Universidad Complutense y la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid mantienen una postura prudente, consultando a la comunidad educativa antes de definir cómo se aplicarán las nuevas directrices. La duda más relevante es si un colegio mayor con actividades mixtas pero alojamiento separado podrá considerarse mixto.
El propio colegio mayor Elías Ahuja, protagonista del incidente inicial, se está adaptando a la nueva normativa y ya está realizando obras para convertirse en un centro mixto.
Críticas y defensa del modelo diferenciador
Los representantes de colegios mayores expresan que esta medida responde más a un capricho ideológico que a una verdadera solución contra el machismo, citando estadísticas que muestran que la mayoría de las denuncias por abuso sexual ocurren en colegios mixtos y no en diferenciados. Asimismo, denuncian que esta regulación les hace perder la libertad de elección de las familias y estudiantes sobre dónde quieren residir durante sus años universitarios.
Además, el sector defiende la importancia de conservar la figura histórica del colegio mayor frente a la proliferación de residencias gestionadas por fondos de inversión, donde la esencia académica y cultural se diluye.
El futuro de los colegios mayores tras la ley
En un contexto de encarecimiento del alquiler universitario que ha incrementado la demanda de plazas en colegios mayores en un 15%, según el Consejo de Colegios Mayores Universitarios, el sector lucha por mantener la variedad de modelos tradicionales en un mapa que a final de curso será mucho más reducido y probablemente más uniforme, con predominio de colegios mixtos o desvinculados de la universidad pública.
Conclusión
La enmienda impulsada por Íñigo Errejón ha sacudido la estructura de los colegios mayores en España, poniendo en tela de juicio modelos con décadas de historia y diversidad cultural. La transformación está en marcha, y el futuro inmediato de estos centros dependerá de las decisiones que tomen sus gestores en los próximos meses, así como del desarrollo normativo autonómico y universitario que se establezca.


Imagen: www.abc.es




