El aumento del consumo de prostitución entre jóvenes en España
En los últimos años, España ha experimentado un crecimiento preocupante en el consumo de prostitución entre jóvenes de entre 15 y 29 años. Según expertos y estudios recientes, aunque este consumo sigue siendo minoritario respecto al total, está en aumento y presenta características distintas a épocas anteriores, especialmente por la influencia del entorno digital.
Testimonios directos: la percepción de los jóvenes
Un camarero de 20 años que trabajó en un prostíbulo de Sevilla resume el sentir de muchos chicos de su edad: «Para gastar el dinero en una discoteca y que me engañen, prefiero ir a tiro hecho. Esta tía me cobra por un trabajo y yo le pago, fin del tema». Esta frase refleja una normalización y pragmatismo creciente en torno a la prostitución dentro de ciertos sectores juveniles.
La digitalización como puerta de entrada al mundo de la prostitución
El auge de internet y las plataformas digitales ha modificado drásticamente el panorama de la prostitución. Aplicaciones y redes sociales, originalmente diseñadas para otros usos, se han convertido en canales donde la pornografía gratuita y el acceso a servicios sexuales se entrelazan, facilitando el contacto y la contratación.
OnlyFans y otras plataformas digitales
El confinamiento por la pandemia aceleró un cambio que ya comenzaba a apreciarse: plataformas como OnlyFans sufrieron una transformación de su uso original y se convirtieron en canales de pornografía y puertas de entrada hacia la prostitución. Esto incluye la posibilidad de contratar servicios sexuales a través de chats privados que culminan en encuentros en domicilios, hoteles o coches.
El papel de plataformas como Milanuncios
Incluso páginas clásicas de anuncios como Milanuncios permiten la distribución encubierta de servicios relacionados con la prostitución, según el sociólogo Lluís Ballester. Además, existen plataformas digitales que funcionan como empresas organizadas: captan mujeres, las ponen en un «catálogo» con perfiles y servicios específicos, y los clientes eligen mediante pagos encubiertos.
Estadísticas y patrones de consumo juvenil
El Informe Juventud en España de 2020 revela que uno de cada diez chicos entre 15 y 29 años ha pagado por sexo, frente a una proporción mucho menor entre las chicas. El consumo habitual, aunque menor en esa encuesta, se estima hoy próximo al 10%.
Además, la edad de inicio en la prostitución es cada vez más baja, con adolescentes que comienzan entre los 18 y 22 años, e incluso antes. Este temprano contacto incrementa el riesgo de que la práctica se vuelva recurrente.
La influencia de la pornografía en el consumo de prostitución
La pornografía gratuita funciona como un trampolín para el auge del negocio de la prostitución. Gran parte de la pornografía en internet está financiada indirectamente por este sector, que inserta publicidad y anuncios dentro de los contenidos.
Impacto en la percepción y comportamiento juvenil
El sociólogo Lluís Ballester explica que un joven que consume grandes cantidades de pornografía está expuesto a numerosos anuncios y mensajes relacionados con cirugía estética y prostitución, normalizando esas prácticas. En España, el 43% de los jóvenes ve pornografía al menos una vez al mes, un incremento del 8% respecto a 2020.
La trabajadora social Erika Larraga, con 17 años de experiencia en Médicos del Mundo, observa un aumento de pasajeros que llegan con solicitudes basadas en vídeos pornográficos, demandando prácticas sexuales cada vez más riesgosas, entre ellas sexo grupal y violencia.
Proxenetismo 4.0: la prostitución en la era digital
La prostitución digital no solo ha migrado hacia plataformas online, sino que también ha modificado sus reglas. Según Ballester, en la actualidad «puedes hacer todo, y todo incluye violencia». Las mujeres prostituidas, en su mayoría residentes en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Palma o Málaga, están disponibles en catálogos digitales sin muchas restricciones, pues establecer límites haría perder clientela.
Esta modalidad permite a las agencias y proxenetas evitar riesgos de descubierta policial y recortar costes, ya que no necesitan pagar alquileres de pisos ni el mantenimiento de clubes. Sin embargo, detrás de estas nuevas redes, los clientes cada vez son más jóvenes, incluso preadolescentes, lo que supone un grave problema social.
El debate social y político en torno a la prostitución
En España, la prostitución goza de una aceptación social y cultural considerable, lo que facilita su normalización entre los jóvenes. Los discursos que perpetúan esta visión la definen como «la profesión más antigua del mundo» y, en muchos casos, evitan cuestionarla.
La trabajadora social Erika Larraga denuncia la hipocresía política y social en algunos sectores que dicen apoyar a las mujeres pero que, en realidad, se benefician o forman parte del consumo de prostitución. En este sentido, el debate sobre la ley de abolición de la prostitución ha puesto en evidencia tensiones dentro de la izquierda y el oportunismo político.
Conclusión
El consumo de prostitución entre los jóvenes españoles está en claro aumento, con un preocupante descenso en la edad de inicio, impulsado en gran medida por la digitalización y la omnipresencia de la pornografía gratuita. Las plataformas digitales y aplicaciones han transformado las formas de acceso, dificultando la identificación y protección de las personas prostituidas, mientras que la sociedad mantiene en muchos casos una actitud permisiva o indiferente.
Ante esta realidad, expertos como Larraga y Ballester llaman a una reflexión profunda sobre las consecuencias sociales y de género del fenómeno, abogando por políticas públicas que combatan tanto las redes de explotación como la desinformación y la normalización nociva entre los jóvenes.
Imagen: www.abc.es