España se prepara para el cambio al horario de invierno
Como cada año, España se alista para el horario de invierno con la llegada de la temporada más fría. En la madrugada del domingo 26 de octubre, los relojes se atrasarán una hora, pasando de las 3:00 a las 2:00 horas, siguiendo la normativa vigente de la Unión Europea que regula este cambio dos veces al año.
Controversias en torno al cambio de hora
El cambio de hora, instaurado para favorecer el ahorro energético, ha sido objeto de debate constante. Si bien se argumenta que esta práctica ayuda a reducir el consumo de electricidad, hay un sector de expertos que cuestiona sus beneficios reales y propone su eliminación definitiva.
En 2018, Jean-Claude Juncker, expresidente de la Comisión Europea, planteó acabar con esta medida a causa de las controversias y críticas, aunque actualmente la directiva europea sigue en vigor y no se ha fijado una fecha concreta para eliminar el cambio horario.
El debate sobre el ahorro energético
Uno de los puntos centrales es si el ajuste de hora promueve realmente un ahorro significativo en el consumo eléctrico. Algunos especialistas sostienen que durante el invierno este cambio puede contribuir a reducir el gasto energético y mejorar la organización social. No obstante, otros consideran que con el avance digital y los cambios en hábitos de consumo, la utilidad económica de esta medida se ha reducido considerablemente, incluso puede tener consecuencias negativas en la salud de la población.
Un informe de 2018 de la Comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo revela que los ahorros energéticos que se obtienen son marginales y no homogéneos en todos los Estados miembro. Esto se debe a que, aunque se puede ahorrar en iluminación, el consumo relacionado con la calefacción no disminuye y en algunos casos incluso aumenta tras el cambio de hora.
Factores que influyen en el ahorro energético
El ahorro energético depende de varios factores externos como el clima, las costumbres de consumo de cada país y la meteorología. Esto hace que los resultados del cambio de hora sean variables y no siempre beneficiosos. En España, por ejemplo, no existen estudios recientes que certifiquen el efecto positivo del cambio horario, especialmente desde que se han implementado políticas de eficiencia energética y fomento del autoconsumo.
Posiciones oficiales y comisiones de expertos en España
Ante la iniciativa europea para finalizar el cambio de hora, el Gobierno español creó en marzo de 2019 una comisión de expertos que concluyó que no existía un consenso claro para eliminar la práctica del cambio horario. José Luis Casero, presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE), explicó que una mayoría de especialistas recomendaba mantener el horario de invierno permanentemente, eliminando así los cambios bianuales.
Casero también señaló que el cambio horario no produce ahorro energético relevante ni beneficios económicos, y resaltó los efectos adversos que esta práctica puede tener en la salud, como alteraciones del sueño, problemas cardiovasculares, y un impacto más notable en niños, ancianos y personas vulnerables.
Perspectivas futuras y postura de la Unión Europea
Recientemente, el presidente del Gobierno llevó esta cuestión a nivel comunitario. Sin embargo, la Comisión Europea, representada por el comisario Dan Jorgensen, ha señalado que, aunque estudiarán el tema en profundidad, por ahora no es una prioridad. Por lo tanto, el cambio de hora seguirá vigente en España al menos hasta 2026, salvo que haya un acuerdo entre los países miembros.
Mientras tanto, los ciudadanos españoles deberán ajustar sus relojes y adaptarse al horario de invierno, con días más cortos y menos luz natural durante las jornadas. Aunque su utilidad sigue siendo objeto de intenso debate, el cambio horario es una tradición que aún perdura y que seguirá marcando el ritmo cotidiano de millones de personas en Europa.
Conclusión
El cambio al horario de invierno en España se mantiene como una medida oficial, pero la evidencia científica y los expertos apuntan a que su impacto en el ahorro energético es, en el mejor de los casos, marginal. Asimismo, sus posibles efectos negativos sobre la salud han llevado a cuestionar esta práctica, que probablemente será objeto de futuras reformas a nivel europeo.
Para profundizar en este tema, puedes consultar la página oficial de la Comisión Europea sobre los derechos de los consumidores de energía y la Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) en España.
Imagen: www.abc.es




