La despoblación afecta a seis de cada diez pueblos andaluces
Andalucía se enfrenta a un complejo reto demográfico que afecta a la sostenibilidad social, económica y territorial de la región. Según el reciente informe de la Junta de Andalucía, seis de cada diez municipios andaluces padecen problemas de despoblación, con un total de 480 localidades que requieren actuaciones urgentes para detener la sangría poblacional que amenaza su futuro.
La I Estrategia frente al Desafío Demográfico (2025-2030)
Para combatir esta situación, la Junta ha puesto en marcha la I Estrategia frente al Desafío Demográfico en Andalucía, un plan quinquenal que busca renovar el equilibrio demográfico y territorial de la comunidad autónoma. Desde principios de siglo, Andalucía ha crecido en población hasta superar los 8,6 millones de habitantes, aunque desde 2018 presenta un crecimiento natural negativo —es decir, más defunciones que nacimientos— que solo se compensa mediante la inmigración.
Esta estrategia se apoya en nueve indicadores clave para clasificar los municipios según su riesgo de despoblación: densidad poblacional, tasa de crecimiento poblacional y vegetativo, índice de envejecimiento y dependencia, tasa migratoria, edad media, ratio de masculinidad, tasa de desempleo, renta media y características geográficas como altitud y uso del suelo.
Clasificación según grados de prioridad
Los municipios se agrupan en tres niveles de prioridad ante la despoblación:
- Prioridad alta: 78 municipios con riesgo extremo de despoblación.
- Prioridad media: 221 municipios con riesgo moderado.
- Prioridad baja: 181 municipios.
Esta tipificación permite focalizar recursos y medidas concretas según el grado de urgencia y necesidad.
Distribución geográfica de la despoblación en Andalucía
Un análisis territorial destaca un marcado desequilibrio entre el interior y las zonas costeras, así como entre oriente y occidente. La mayor concentración de municipios con prioridad alta se localiza en la Andalucía oriental, especialmente en las provincias de Granada (30 municipios) y Almería (22 municipios), que suman más de la mitad de las localidades en riesgo extremo. Por el contrario, el litoral y las grandes ciudades mantienen estabilidad o crecimiento gracias a su atractivo económico y social.
Excepciones significativas: Almería
Almería es la única provincia andaluza que presenta crecimiento vegetativo positivo, impulsado en gran medida por la llamada «inmigración de segunda generación» y su dinámico sector agrícola. La provincia destaca también por el incremento de pobladores extranjeros y retornados con planes a largo plazo de asentamiento.
Factores que agravan el problema demográfico
El envejecimiento poblacional y el éxodo rural inciden decisivamente en el declive demográfico, especialmente en municipios con economía basada en la agricultura y ganadería. Andalucía aún conserva un 8,9% de población en núcleos rurales, pero esta cifra se ve amenazada por la falta de relevo generacional y la fuga de talentos hacia áreas urbanas.
Además, la INE estima que la población migrante representa ya el 9,5% del censo andaluz, cifra que ha aumentado notablemente durante las últimas décadas, principalmente procedente de países como Marruecos, Reino Unido, Rumanía, Italia, Ucrania, Venezuela y Colombia.
Medidas clave para afrontar la despoblación
Con el objetivo de alcanzar un saldo vegetativo cero en 2040, la estrategia incluye:
- Impulsar políticas de natalidad y mejorar la conciliación laboral para la familia.
- Retener la fuga de talentos apoyando a las generaciones jóvenes.
- Fomentar la formación e integración para garantizar un saldo migratorio positivo.
- Promover el retorno de los andaluces residentes en el extranjero, que aumentó de 3.098 personas en 2010 a 6.161 en 2022.
- Reforzar la fijación de población en zonas rurales para evitar el abandono de los núcleos rurales.
- Atender las necesidades de servicios públicos en municipios despoblados y las áreas con crecimiento, garantizando educación, sanidad, transporte y otras infraestructuras.
Impacto social y económico
La despoblación no solo representa un desafío demográfico sino que impacta directamente en la sostenibilidad del sistema productivo, laboral y de pensiones. Como indica el informe, «el gran problema es la sostenibilidad, no solo de las pensiones, sino de todo el sistema productivo».
A su vez, Andalucía balancea su crecimiento poblacional con la presencia de residentes mayores jubilados, provenientes principalmente de Europa, cuya «silver economy» tiene un peso económico relevante, pero que a la vez demanda importantes recursos sanitarios y sociales.
Conclusión: un desafío común que requiere acción inmediata
La despoblación en Andalucía representa un reto estructural que exige políticas integrales, continuadas y localizadas para integrar de manera sostenible a la población, revitalizar los núcleos rurales y asegurar un futuro viable para toda la comunidad. La Junta ha identificado las zonas más vulnerables y ajusta sus intervenciones para evitar el vaciamiento y promover el equilibrio demográfico, territorial y social.
Para saber más sobre las políticas de desarrollo local, puede visitar la web del Ayuntamiento de Dos Hermanas o la página del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Imagen: www.abc.es




