Una inesperada pesadilla en la N-340
Laura F. y Jesús C., tras un fin de semana familiar en Vilagarcía de Arosa (Pontevedra) asistiendo a una boda, emprendieron viaje desde Barcelona hacia Benicarló (Castellón). Su trayecto por la autopista AP-7 en dirección sur se convirtió en una auténtica odisea cuando, rodeados por un intenso temporal, quedaron atrapados durante ocho horas en la carretera N-340, localidad próxima a La Ràpita, Tarragona.
El temporal y la falta de alertas a tiempo
La pareja se adentró en la comarca del Montsià justo cuando el temporal ya había provocado el corte de la AP-7 entre Freginals y Ulldecona, afectando también varias vías y líneas ferroviarias. Sin aviso oficial sobre problemas en la N-340 optaron por desviarse a esta vía, donde poco después quedaron atrapados, junto a una cincuentena más de vehículos, cerca de un barranco.
Una de las mayores críticas recibidas fue el retraso en la recepción de la alerta por parte de Protección Civil. Aunque las primeras alertas en esta zona se enviaron a las 18:00 horas, Jesús y Laura no recibieron el aviso hasta pasada las 20:00 horas, con más de dos horas de retraso, lo que les impidió reaccionar a tiempo y buscar rutas alternativas. Protección Civil afirmó que consideraban que las alertas funcionaron correctamente en general, atribuyendo el retraso a problemas puntuales de cobertura o de la compañía telefónica.
La experiencia a pie de carretera: incertidumbre y solidaridad
Durante estas horas, los atrapados en la N-340 fueron testigos de la impotencia de bomberos y autoridades de tráfico, que intentaban restaurar la normalidad en medio del caos. Laura y Jesús describen la situación como angustiante por la incertidumbre, aunque puntualizan que no sintieron miedo en ningún momento. Relatan que era imposible llevarse algo para comer y que estaban rodeados por el agua impidiendo cualquier movimiento.
Desvíos y acogida en Amposta
Al recibir la oportunidad de avanzar, la pareja fue guiada por efectivos de los Mossos d’Esquadra hacia una gasolinera cercana, donde permanecieron aproximadamente una hora. Posteriormente, los Bomberos les ayudaron a retomar la autopista ya habilitada en dirección sur. Finalmente, Laura y Jesús llegaron a casa a las 3:30 de la madrugada, agotados y conmocionados por la magnitud del daño provocado por las crecidas del temporal.
Quienes viajaban con ellos, incluidos familiares mayores, fueron desviados hacia Amposta, donde recibieron buena atención en un pabellón habilitado. Allí ofrecieron cuidados especiales, mantas y alimentos, atendiendo con especial esmero a personas de edad avanzada.
Contexto del temporal en Cataluña
El temporal, catalogado como la dana Alice, ha causado estragos en la región de Tarragona y sus alrededores, dejando vías cortadas, interrupción del servicio ferroviario entre Barcelona y Valencia, y miles de llamadas de emergencia recibiendo los órganos de emergencias, según
informó ABC. El episodio ha movilizado a miles de efectivos para paliar los efectos del temporal y ayudar a las personas afectadas.
Implicaciones y reacción institucional
Protección Civil ha sido uno de los organismos clave en el seguimiento y alerta temprana del evento. Aunque confirma que el sistema de avisos móviles funcionó correctamente en general, se reconoce la existencia de retrasos puntuales causados por factores externos a la propia administración y que pudieron complicar la gestión en algunos puntos de la comarca.
Reflexiones finales de los afectados
Este suceso ha puesto de relieve la vulnerabilidad que genera el fenómeno climático y la necesidad de mejorar coordinación y comunicación en emergencias. Laura y Jesús, acostumbrados a fenómenos hidrológicos en su región, aseguran nunca haber visto una situación similar, en la que la fuerza del agua supera todos los límites esperados. Su experiencia, marcada por la paciencia y el apoyo mutuo con otros conductores, destaca la importancia de la solidaridad en momentos de crisis.
La N-340 fue el escenario de una inesperada prueba de resistencia y gestión ante el temporal, quedando en la memoria de quienes vivieron esas angustiosas horas atrapados y a la espera de la normalización de las carreteras.
Imagen: www.abc.es