La metamorfosis de Sierra Nevada en los Andes: un reto cinematográfico sin precedentes
La emblemática Sierra Nevada, situada en Granada, dejó de ser un paisaje andaluz para convertirse en la cordillera de los Andes durante el rodaje de la película La sociedad de la nieve. Este ambicioso proyecto fue posible gracias a Félix Bergés, físico y supervisor de efectos visuales con ocho premios Goya, que combinó rodaje real con avanzadas técnicas digitales para lograr una experiencia visual que transporta a los espectadores directamente a la cordillera andina.
Desafíos geográficos y técnicos: las diferencias entre Sierra Nevada y los Andes
Uno de los principales retos fue superar las diferencias extremas entre ambas montañas. Mientras el Mulhacén, pico más alto de Sierra Nevada, alcanza 3.479 metros, el Valle de las Lágrimas en los Andes posee 3.660 metros, y el Aconcagua, con 6.961 metros, supera ampliamente cualquier cumbre andaluza. El territorio andino abarca unos 7.000 kilómetros, frente a los aproximadamente 80 kilómetros de Sierra Nevada, por lo que había que crear mayor altura y profundidad visual para que el espectador entrara en la atmósfera de los Andes sin salir de España.
Integración perfecta de nieve real y efectos visuales
El mayor foco de atención fue la nieve, un elemento clave para mantener la continuidad y naturalidad de las escenas. El rodaje captó elementos difíciles de recrear digitalmente, como el vapor de la respiración o cristales de hielo en barba y cejas, integrándolos con capas invisibles de nieve generadas por ordenador. Los efectos añadidos taparon imperfecciones y replicaron ventiscas y la dirección del viento, asegurando la coherencia visual en todas las tomas.
Uso de entornos 3D y extensiones digitales para crear un paisaje andino
Los planos abiertos exigieron una detallada cirugía digital. Sobre las imágenes reales se edificaron entornos 3D diseñados para aumentar la escala y transformar colinas en montañas imponentes, multiplicar crestas y darle al horizonte la amplitud propia de los Andes. Antes del rodaje, se utilizó una herramienta de previsualización que combinaba la orografía de Sierra Nevada con la cordillera andina, permitiendo «casar» cada plano y mantener la coherencia en color, luz y contraste entre imagen real y digital.
Condiciones duras y resultados reconocidos internacionalmente
Los desafíos meteorológicos y logísticos durante el rodaje en alta montaña no fueron pocos. Según Bergés, las jornadas extremas y los cambios bruscos de clima complicaron el plan, pero el resultado final fue muy positivo, con críticas excelentes y un recorrido internacional que sitúa a La sociedad de la nieve cerca de la nominación a los premios Óscar.
Andalucía como plató natural y potencial tecnológico
Ventajas naturales para la industria audiovisual
Andalucía se consolida como un enclave privilegiado para grandes producciones cinematográficas. Su clima estable, con abundantes horas de sol, la diversidad de paisajes en un área reducida y accesos económicos la convierten en un escenario atractivo para rodajes de alto nivel.
Impulso a la posproducción y el talento local
Más allá del marco natural, Bergés destaca la necesidad de que Andalucía potencie la posproducción. Con incentivos gubernamentales y mayor formación especializada, la región podría no solo acoger rodajes, sino también convertirse en un polo avanzado en efectos visuales, capaces de generar valor y retener talento.
Un ejemplo de éxito
El filme La sociedad de la nieve ejemplifica hasta qué punto esta combinación es viable: el espectador ve una historia de supervivencia en los Andes, pero cada plano está construido sobre la base de Sierra Nevada y la ingeniería digital de un equipo andaluz. Este doble papel, escenario y taller creativo, abre una vía para el futuro audiovisual en la comunidad.
Imagen: www.abc.es




