Acuerdo histórico entre PSOE y Generalitat para un nuevo sistema de financiación en Cataluña
La Comisión Bilateral Generalitat-Estado, reunida en Barcelona este 14 de julio de 2025, ha aprobado las bases de un nuevo sistema de financiación autonómico concebido especialmente para Cataluña. Este modelo representa un cambio significativo que rompe con la tradicional caja común del régimen común y modifica de manera sustancial la redistribución de impuestos entre comunidades autónomas.
Según el acuerdo, la Generalitat tendrá plena capacidad para recaudar todos los impuestos generados en su territorio, comenzando por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Además, se instaurará la llamada ordinalidad fiscal, lo que implica que comunidades consideradas más ricas recibirán una mayor financiación respecto a las más pobres.
Detalles clave del nuevo modelo de financiación autonómica
Recaudación y aportación a la solidaridad
El nuevo sistema permitirá a la Generalitat progresivamente asumir la gestión tributaria de todos los impuestos para después aportar una cantidad destinada a cubrir los gastos generales del Estado. Este cálculo de aportación se realizará con criterios objetivos y transparentes. A su vez, habrá una transferencia limitada a la caja común para garantizar la solidaridad entre comunidades, cuya cuantía será acordada paritariamente por los gobiernos central y autonómico.
La solidaridad en este nuevo marco queda limitada al concepto de ordinalidad, buscando evitar que Cataluña sea tratada como un régimen foral más pero permitiendo que otras comunidades puedan adherirse a este mecanismo si así lo solicitan.
Reconocimiento de singularidades específicas de Cataluña
El acuerdo también contempla una transferencia especial para cubrir las singularidades en materia de competencias y características propias de Cataluña, reconociendo así su autogobierno singular, las competencias específicas y la protección de su lengua propia.

Implementación y calendario previsto
El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, adelantó que este corresponde a un paso previo para iniciar un proceso legislativo que convertirá el modelo en realidad. Se espera que tras el verano de 2025 se lleve al Consejo de Política Fiscal y Financiera el proyecto final y posteriormente se apruebe en el Congreso.
El ministerio confirmó que una vez implementado, la Generalitat asumirá la gestión del IRPF y otros impuestos mediante la Agencia Tributaria catalana, ajustándose a las necesidades técnicas y administrativas requeridas.
Cambio de paradigma en la financiación autonómica
Desde la Generalitat, el consejero de Presidencia Albert Dalmau calificó el acuerdo como un cambio fundamental respecto al modelo actual, que procede desde 2014 y está obsoleto. Destacó el traslado hacia un modelo basado en la corresponsabilidad fiscal y bilateralidad, eliminando fondos de compensación que obstruían la transparencia.
Reacciones políticas y perspectivas
Apoyos y críticas dentro del panorama catalán
David Cid de los Comuns valoró el acuerdo como un avance para incrementar ingresos y asumir la singularidad catalana, entendida en términos de autogobierno y cultura propia, defendiendo además limitar la solidaridad para combatir la insolidaridad fiscal de algunas comunidades.
Por su parte, Antoni Castellà, portavoz de Junts, mostró escepticismo considerando que aunque la Generalitat asuma la recaudación, el modelo no se sustrae de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA) y no garantiza la suficiencia para cubrir el déficit fiscal catalán.
Visión crítica de la oposición
La oposición en Cataluña también expresó reservas. Santi Rodríguez, secretario general del PP catalán, calificó el pacto como un intento del PSOE para mantener el poder a costa del apoyo de ERC y PSC, denunciando que se rompe el régimen común y se favorece una posible desconexión de Cataluña al acechar un modelo singularizable pero generalizable.
Contexto y origen del acuerdo
Este acuerdo responde a los compromisos adquiridos por el PSOE con ERC y el PSC para la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat. El pacto firmado el verano anterior entre estas formaciones buscaba que Cataluña tuviera un sistema de financiación parecido al concierto económico que disfrutan el País Vasco y Navarra.
Aunque el acuerdo fue respaldado por Ferraz, surgen ciertas dudas y tensiones respecto a su concreción y aplicación, que son cruciales para el consenso necesario en el actual Gobierno central y catalán.
¿Qué supone este cambio para el resto de comunidades autónomas?
La novedad de que este sistema pueda extenderse a otras comunidades que lo soliciten podría modificar las reglas actuales del régimen común y beneficiar a regiones con mayor capacidad recaudatoria. Esto plantea un debate sobre la equidad y la solidaridad interterritorial, especialmente respecto a comunidades como la Comunidad Valenciana, Andalucía y Baleares, que podrían verse afectadas por estos cambios.
El futuro de la financiación autonómica en España
De cara al futuro, el nuevo modelo de financiación autonómica que permitirá a Cataluña gestionar sus propios impuestos representa un paso hacia una arquitectura fiscal más descentralizada. Sin embargo, será crucial su supervisión, la calidad de las reformas legislativas y el consenso político para garantizar su viabilidad y aceptación a nivel nacional.
En definitiva, Cataluña se sitúa en la vanguardia de una transformación que podría marcar la trayectoria de la financiación autonómica en España en los próximos años.
Para conocer más detalles sobre el Impuesto de la Renta, visite Agencia Tributaria, y para información sobre financiación autonómica consulte la Gobierno Vasco.
Imagen: www.abc.es




